Naciste en el peldaño de una escala, no en el seno confuso de una nube; con el cetro en las manos, o la pala pero raudo y audaz como un querube; si no son los peldaños es el ala que te despierta y que te grita: ¡sube!… ¡sube sin timidez,
no te abandones;
si te asusta volar, hay escalones!
No hay comentarios:
Publicar un comentario